Línea del destino

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Figura 31: Medida del tiempo usando la línea del destino


La forma más fácil de determinar el tiempo es usando la línea del destino (figura 31). Para que ésta llegue a la línea de la cabeza deben pasar los primeros 35 años de la vida de la persona. Requiere los siguientes 14 años para alcanzar la línea del corazón (a los 49 años de edad), y el resto de la vida se encuentra en la parte sobrante de la línea del destino. Por consiguiente, la primera sección de la línea del destino, hasta donde toca la línea de la cabeza, puede ser dividida en tres, dando las edades aproximadas de 12 y 24. La sección entre las líneas de la cabeza y del corazón puede ser dividida por la mitad, para dar la edad de 42.

Puede parecer extraño que los primeros 35 años de la vida ocupen la mayor parte de la línea del destino. Esto se debe a que es el tiempo en que crecemos y resolvemos lo que queremos hacer con nuestra vida. A los 35 años de edad, la mayoría de personas tiene una idea más clara de lo que se desea hacer. ¡Sin embargo, tengo un amigo de 83 años que aún está tratando de descubrir lo que quiere hacer con su vida!

Entre las edades de 35 y 49, la persona por lo general sigue un camino estable. Es probable que tenga una relación permanente o esté progresando en una carrera. Si este no es el caso, habrá cambios en la línea del destino entre las líneas de la cabeza y del corazón.

Puede parecer raro que las líneas del destino de la mayoría de personas se detengan alrededor de los 49 años de edad. Desde luego, no significa que no tengan un destino después de esa edad, sino que establecen su modo de vida y, por consiguiente, no hay grandes cambios de dirección en sus cincuentas, sesentas o setentas.

Las personas con una línea del destino que continúe mucho más allá de la línea del corazón, experimentarán actividades nuevas y diferentes posteriormente. Esto podría ser la señal de un comienzo tardío en muchos casos. A menudo es una indicación de longevidad.

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